

El principal problema al que nos enfrentamos es a la invasión de otras especies forestales autóctonas. El peor «enemigo» de los olivares es el pino mediterráneo, ya que su propagación y su crecimiento son de una rapidez increíble.
Otras especies de mata baja como el boj, el brezo y el mirto, pueden compartir terreno siempre y cuando se controle su poda.
Los acebuches y los brotes de acebuche que salen de los propios olivos, también dañan seriamente la productividad de estos árboles, ya que no producen fruto y le restan fuerza.

Para recuperar los olivos, primeramente hay que realizar las tareas de tala, poda y desbroce. Limpiar bien todas las matas bajas que rodean al árbol y lo ahogan. Talar todos los pinos que se encuentran alrededor. Desbrozar toda la zona. Podar los brotes de acebuche que han crecido por debajo del olivo injertado.
Retirar y quemar todos los restos de poda, separando la leña que puede ser útil.
Tras los trabajos de desbroce, poda y quema, deberemos airear el terreno (arar), abonar y fumigar.
La recuperación es laboriosa pero POSIBLE!!

La recompensa se hace esperar, puesto que un olivo recuperado puede tardar unos 4 o 5 años en dar fruto (olivas), pero merece la pena porque es un verdadero espectáculo cuando en primavera ves los olivos llenos de flores y como van formándose los frutos, creciendo y madurando, hasta llegar al invierno.
En noviembre y diciembre se realiza la cosecha del fruto más verde, para la elaboración de aceitunas. El fruto más maduro se cosecha en enero, dando lugar a un excelente aceite de sabor intenso y frutado.
Esta es la verdadera recompensa!!.
“Es que este árbol no es nuestro. No nos pertenece. Es de la historia, de la vida, de la tierra, de nuestros abuelos y bisabuelos y tatarabuelos. No es nuestro.”
"El Olivo" (Iciar Bollaín)
“Los olivos viejos son como icebergs, con raíces enormes. Hay más debajo de la tierra de lo que se ve en la superficie."
Gerard Veá

Amantes de la naturaleza y especialmente de la maravillosa Sierra de Tramuntana (Mallorca).

Recuperar y mantener vivo un Olivar Centenario, legado de nuestros antepasados.

Formar parte de nuestro proyecto. Disfrutar del fruto de lo cosechado, en todos los aspectos.